Cuando tenía 16 años me hubiera encantado poder dibujar esto. Buen, quizás no exactamente esto, es que a la muñequita esta la hubiera hecho mucho más "L7" o "Hole", más oliendo a espíritu adolescente del '92/'94. Más que encantado, como que me hubiera venido bárbaro, es que sentía la necesidad pero la pericia me fallaba.
Ahora que me sale esto que me hubiera gustado en aquel entonces, me gustaría/siento-la-necesidad de poder romper con estos brillitos y degradados cuasi plásticos neonezcos hechos por la maquinita. Y es que la estructura aprieta, ahoga... y lo que necesitaba para trasmitir antes, ahora me sofoca.
Tan difícil salir. Tan difícil dejar la zona de confort estancado, cuando no hay motivos.
Ah, la maquinita... el problema viene del uso digital o de las limitaciones que supuestamente este tiene? O simplemente del estilo que adoptaste?
ResponderEliminarYo también vivo en eso, ahora que intento obtener algo propio, supongo que entenderé después... o no...
Las limitaciones que se pone uno, tanto con maquinita como sin ella... Cuando vos (yo) sabés que "esto así cumple, zafa" y cumplir es la repetición de uno mismo, es sofocante. O quizás solo para mí (?)
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