domingo, 24 de octubre de 2010

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Ví el reloj y me dí cuenta de dos cosas; que era tarde y que estaba harta de correr. El cansancio hace estragos, las ganas se borran y el deseo se transforma en frustración. Las repeticiones hacen lo suyo también, lo que se considera cotidiano transmuta en decadencia perenne si no se le presta la debida atención. Para todo hay que estar alerta. Esto está plagado de colores ¿Es el gris un color? Acción. Desaturar. Todo está en movimiento, todo es incierto, todo pasa, aún cuando el acto volitivo se interponga. Lo que tiene que ser será. Plan, super plan, masterplan. Hilarante. Absurdo. ¿Y para qué?. El bufón llora y el rey ríe. El hartazgo de los manerismos. ¿Porqué iba yo a pretender salvar al mundo? Una capa y un par de super poderes. ¿Para qué iba yo a esmerarme en ser una mejor amiga, hija, hermana, novia, profesional?. Descansar. Nada es como uno espera. El que espera desespera. El que espera tiene esperanza. Fe. La fe es para los débiles. La fe mueve montañas. Distracción. Duermete niño, duermete ya. Polos, contrarios, movimiento, el círculo, el péndulo, el infinito. La idea come el cuerpo. Degeneración. El equilibrio roto como forma de armonizar. Y yo sólo ví el reloj.

1 comentario:

  1. Por todo esto, Lucy, hay que cambiar.. aunque por ahí escuche que con el tiempo las cosas desafinan.. se van poniendo opacas. Y yo creo solamente que cambian... que van para un lado u otro. Esta en nosotros guiarlas, llevarlas...

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